“No seamos boludos” se convirtió en una frase infaltable en las arengas de Patricia Bullrich ante los dirigentes de Juntos por el Cambio (JxC). En la semana la usó dos veces y tuvo resonancia. Primero, ante los gobernadores y legisladores de la coalición, en el evento que encabezó el jueves, y después frente a un grupo de economistas que reunió el viernes en sus oficinas de la calle Yrigoyen al 400. Inician los últimos dos meses rumbo a la elección general de octubre y la ex ministra de Seguridad planea motivar a su espacio político para meterse en el ballotage a como de lugar. En la primera etapa, la economía será el centro de su estrategia de campaña.
Para ese fin, esta semana se reunirá con Carlos Melconian, quien regresó al país tras un viaje a Estados Unidos. El economista de Ieral y la Fundación Mediterránea pasará a ocupar un lugar central en el esquema político de Bullrich, para ponerle voz y espalda a las propuestas económicas de JxC. Ambos se encontrarán para formalizar el desembarco de Melconian en la campaña de Bullrich.
Bullrich y Melconian se conocen hace décadas del mundo político. Empero, hace poco más de un año se generó un acercamiento más formal con perspectiva electoral. Desde finales del 2021, la ex ministra de Seguridad se reúne esporádicamente con el economista para dialogar sobre temas económicos. El ex titular del Banco Nación trabaja en un programa macroeconómico con el equipo de economistas de Fundación Mediterránea. En la mesa chica de “Melco” son habitués colegas de él como Enrique Szewach, Daniel Artana y Rodolfo Santangelo.
De momento, está previsto que sea Melconian quien asuma un rol protagónico en la campaña. Bullrich le pondrá el saco de ministro, con un guiño concreto que verbalice la voluntad de que el economista esté al frente del Ministerio de Economía en un eventual Gobierno de JxC.
Bullrich dedicó los días posteriores a las PASO a analizar los números de las elecciones del 13 de agosto. El triunfo de Javier Milei generó enorme sorpresa en el sistema político y encendió alarmas en todo JxC. Especialmente porque en la coalición opositora imaginaban ser el espacio más votado en las primarias. No sucedió y esa situación obligó a inspeccionar al detalle los padrones y rediseñar la estrategia electoral. Originalmente, en JxC imaginaban hacia octubre una táctica proselitista que los llevara a ganar en primera vuelta. Tras las PASO, la estrategia es asegurarse un lugar en el ballotage.
En ese sentido, los operadores políticos de Bullrich analizan que parte del éxito político de Milei fue que ganó terreno por imponerse en la discusión económica. Tuvo una estrategia efectiva desde el punto de vista comunicacional. En un momento de apatía política, el discípulo de la Escuela Austríaca escogió el mensaje correcto y apeló a un esquema de comunicación efectivo. Eso sucedió mientras Bullrich disputaba su interna presidencial contra Horacio Rodríguez Larreta y mientras el Gobierno buscaba el discurso indicado para apuntalar la candidatura de Sergio Massa. Mientras tanto, Milei consolidó su nicho y dio un batacazo en las urnas.
Después de analizar múltiples estudios de grupos focales y encuestas del escenario político pos PASO, Bullrich le da las últimas pinceladas a su estrategia para los próximos 50 días de campaña. En ese sentido, dar la discusión económica será el eje.
Hasta las PASO, la campaña de Bullrich se centró en dos conceptos centrales que sirvieron de campaña para robustecer el perfil y posicionamiento electoral de la ex ministra: “fuerza” y “orden”. Derek Hampton, estratega bullrichista, fue el ideólogo de esa estrategia. Para diferenciarse de Larreta, ejecutaron una campaña que se enfocó en conceptos centrales y optaron por activar emociones antes que desplegar decenas de propuestas.
Pero ahora la campaña hacia las generales es distinta. Sobre todo después del triunfo de Milei. El equipo de Bullrich dejó atrás la etapa de peleas internas con el larretismo y apuesta a reperfilar a JxC para crecer electoralmente.
La economía es la mayor fortaleza de Milei, por ser su área de especialidad académica. Al tiempo que Massa, sin tener esa aptitud profesional, es ministro de Economía: controla la botonera y cuenta con herramientas institucionales que le permite inclinar la cancha en la contienda electoral.
Bullrich sabe que en la discusión política y sobre temas de seguridad se mueve con comodidad. Busca ahora darle volumen a lo económico. Además del desembarco de Melconian, Bullrich sigue trabajando con sus economistas de confianza y con el resto de técnicos que orbitan las fundaciones de JxC.
Luciano Laspina es y será su economista de cabecera. Es un dirigente de su confianza y lidera un equipo que la asesora a Bullrich desde el momento cero de la campaña, en donde están los economistas Guillermo Ortiz Batalla, Gabriel Lopetegui, Guillermo Mondino y Pablo Guidotti.
A esos nombres, Bullrich le sumó el viernes una foto con cuadros técnicos de la economía que orbitan el universo JxC. Participaron Dante Sica, Eduardo Levy Yeyati, Ricardo López Murphy, Daiana Fernández Molero, Enrique Cristofani, Guido Sandleris, Hernan Lacunza, Martin Tetaz, Horacio Tomas Liendo, Matias Sturt, Enrique Sánchez Arnaud, Maria Castiglioni, David Sekiguchi (Remoto), Martín Siracusa. Además de Alberto Fohrig, el politólogo que ocupa un rol clave en la campaña de Bullrich: lidera y coordina los equipos de Gobierno.
A partir de esta semana, esa serie de economistas, con Melconian a la cabeza, comenzarán a desfilar por los medios de comunicación, los canales de televisión y las redes sociales para comunicar, explicar e instalar las medidas e ideas económicas de la propuesta electoral de Bullrich.
Ese programa tiene tres ejes centrales, que se deliberaron en la reunión del viernes pasado. Equilibrio fiscal, bimonetarismo y Ley de Inversiones y fomento a la producción. El primer punto implica proponer un Presupuesto con déficit fiscal cero para el ejercicio 2024. Lo segundo es un modo de disputar contra la idea de “dolarización” que pregona Milei. En relación con la política monetaria, Bullrich impulsará la “autonomía total” del Banco Central. Incluso, su equipo económico ya tiene redactada hace semanas el proyecto de Ley de Reforma de la carta orgánica del BCRA. En torno a estos temas rondará el eje discursivo del bullrichismo, cuyo significante principal seguirá siendo el concepto de “orden”.